La Academia se plantó ante San Pablo en Brasil y, con gol de Copetti, igualó 1-1 en la ida de octavos. El martes, la revancha.
Falló el que no se equivoca nunca: Gabriel Arias, y San Pablo se puso 1-0. La metió el que hacía 13 partidos que no convertía: Enzo Copetti, y Racing igualó 1-1. En la ida de los octavos de final de la Copa Libertadores, no se sacaron ventajas. En seis días, el martes que viene, volverán a verse en Avellaneda: un triunfo o el 0-0, clasificará a la Academia. Si se repite resultado, habrá penales.
Lo pensó bien el partido Pizzi, en el mismo campo en el que había ganado 1-0 en la fase de grupos. Porque lo que se suponía que iba a ser una línea de 5, fue una de 3 -con Mauricio Martínez de líbero- y con Cáceres y Mena bien adelantados, ensanchando el resbaloso terreno del Morumbí hasta su máxima expresión. Eso permitió liberar a Piatti como un enganche. La visita ofreció una salida prolija, de larga posesión, aunque hacía todo bien hasta tres cuartos de cancha y no pisó el área en todo el primer tiempo. Lo más cerca fue un remate desde afuera del área de Caramelo, que se fue por arriba. Y el gol del empate, justamente, llegó desde una media vuelta del ex Rafaela, esquinada y abajo, cuando el vestuario ya esperaba por los jugadores.
Fue una cuota de justicia para un primer tiempo en el que el local había esperado, cedido terreno y pelota, con sus delanteros muy aislados del resto… Racing no jugaba desde el 4 de junio pero, por momentos, parecía que los brasileños jugaban con una marcha menos que los argentinos. Aunque sí estuvieron despiertos para capitalizar un error de Arias: de un envío de Welington, desde el lado de Cáceres, el arquero embolsó mal y la dejó muerta, para que el ingresado Vitor Bueno pusiera el 1-0.
Fuente:https://www.ole.com.ar/racing/san-pablo-racing-octavos-fina_0_7yXaxcv2F.html